miércoles, 17 de noviembre de 2021

'El cartero siempre llama dos veces' - James M. Cain


En esta entrada voy a hablaros de El cartero siempre llama dos veces (The Postman Always Rings Twice, 1934), del escritor estadounidense James M. Cain (1892-1977), adaptada al cine tanto en 1946 como en 1981. 


SINOPSIS [Fuente: Lecturalia]: 

Frank Chambers, un trotamundos sin empleo, narra en primera persona la atracción que siente por Cora Papadakis, la esposa de un emigrante de origen griego propietario de una taberna en California, y cómo se vuelven amantes unidos por el ardor y la ambición. Pero no será tan fácil librarse del viejo marido. Y habrá que contar, además, con el inescrutable destino: ese cartero que siempre llama dos veces.


Nos encontramos con una novela que habitualmente se define como negra pero que a mí me parece más bien un drama romántico. No diré que podría pasar por una novela de Nicholas Sparks, pero digamos que tiene algunos elementos en común. También podría definirse como un thriller (un término que en las últimas décadas se usa para muchas cosas), aunque la acción es bastante reposada en la mayor parte de la novela. Entendiéndola como novela negra, podríamos encontrar ciertas similitudes con la obra de Raymond Chandler, coetáneo de James M. Cain. Pero bueno, qué más da, solo son etiquetas.

En cualquier caso, la novela se centra básicamente en Frank Chambers -una especie de antihéroe que, como se dice en la sinopsis, además ejerce de narrador de la historia- y de Cora Papadakis, un personaje femenino que, a mi juicio, roza la caricatura del típico personaje femenino de las novelas de la época (años treinta y cuarenta). A partir de aquí, la novela entra de lleno en un bucle casi infinito (evidentemente, la novela acaba) en plan yo, no-sé-qué; y esta, tal.

Uno de los problemas de la novela, a mi modo de ver, es que parece que los personajes no sepan lo que quieren, por qué lo quieren o cómo conseguir aquello que realmente quieren. Es difícil entenderlos. No sé si es que los personajes no están del todo bien construidos, si es que el autor quiere tener al lector un poco confundido... Pero vamos, no me convenció su comportamiento general a lo largo de la novela, quizá más propio de adolescentes que de personas adultas.

Más problemas: las casualidades y el fatalismo. Parece que la trama va hacia un punto no muy agradable y digamos que de difícil o imposible retorno, y la verdad es que es así. Creo que esas casualidades (como la aparición de un policía en cierto momento) tienen que ver con que el propio fatalismo de la novela pueda explotarse, pero me temo que ello hace que la historia no resulte lo suficientemente verosímil y, además, resulte fácil imaginarse que la cosa no va a acabar muy bien.

Por otro lado, creo que está bien escrita, pero sin grandes alardes. Además, en algunos capítulos he echado en falta más profundidad. El autor va bastante al grano (hay quien dice que parece más un guion de cine), lo que no me molesta, pero si uno va al grano tiene que asegurarse de que el grano es de gran calidad, y a mí me parece que no es así. En este sentido (y en algún otro, ojo) El cartero siempre llama dos veces se parece a De ratones y hombres, la novela anteriormente reseñada; sin embargo, Steinbeck, a mi juicio, tiene un grano mejor.

Pese a todo, creo que El cartero siempre llama dos veces es una buena novela, pero no llega más allá. Creo que le falta bastante para ser una obra maestra. Para mí, aunque sea difícil juzgarla tantas décadas después de ser escrita, viene a ser una novela de 6,5 sobre 10.

No hay comentarios:

Publicar un comentario