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sábado, 18 de febrero de 2017

'Terapia' - Sebastian Fitzek

En esta entrada voy a hablar de la novela Terapia (Die therapie, 2006), la opera prima del escritor alemán Sebastian Fitzek (Berlín, 1971). Se trata de una novela relativamente corta y que podríamos definir como "novela de intriga/suspense" o como "thriller psicológico". Y, dicho sea de paso, con una crítica favorable brutal. Eso sí, llamadme quisquilloso, pero no entiendo muy bien por qué el título se ha traducido como "Terapia" y no como "La terapia". De todos modos, no sé, quizá en Hispanoamérica sí se ha incluido ese artículo.


SINOPSIS:
Ni testigos ni pistas ni cadáver. Josy, la hija de doce años del conocido psiquiatra Viktor Larenz, desaparece en misteriosas circunstancias de la consulta del médico que la trata de una extraña enfermedad. Cuatro años después, Viktor, sumido en una profunda tristeza, se ha retirado a una remota casa en una isla del Mar del Norte. Allí lo localiza una hermosa desconocida que padece alucinaciones: ve constantemente a una niña pequeña, una niña que padece una extraña enfermedad y que desaparece de la consulta del médico sin dejar rastro. Viktor inicia entonces un tratamiento con la desconocida, pero la terapia se convierte paulatinamente en un dramático interrogatorio… 


El libro empieza un poco por todo lo alto, lejos de esos inicios calmos, reposados, de las novelas del gran Dennis Lehane (ya sabéis que es mi escritor favorito). No hay una introducción propiamente dicha, aunque se hable de "Prólogo", pues en ese primer corte de la novela, la niña siempre se habla de "niña", aunque tiene doce años acaba de desaparecer. Bueno, sobre esto de los inicios podríamos debatir, pero es una cuestión más de gustos que de otra cosa. Con todo, para mí hay un problema: no llegas a conocer a la niña y cuesta más empatizar con ella. En fin, que el señor Fitzek no se anda por las ramas (y ya os adelanto que en la novela no hay ni grandes descripciones ni conversaciones filosóficas), metiéndonos rápidamente en la acción de la novela. ¿La Gran Novela Europea? ¡¿Para qué?! ¡Acción! ¡Suspense! ¡Intriga!

Después de mi desvarío, sigamos. Pues bien, con el paso de los capítulos (cortos o muy cortos), la trama se va liando. Vamos, se podría decir que el autor se pone a tirar cabos a diestro y siniestro (incluyendo giros de guión). ¿Objetivo? Bueno, que el lector se mantenga enganchado y alerta. El problema es que lanzar muchos cabos dificulta cerrar la novela de forma redonda (apúntate esa, Fitzek). Es más, en mi caso ya sé que soy un lector raro me echa un poco para atrás. Demasiado lío, demasiado rollo... demasiado pretencioso. O sea, en realidad yo iba diciendo "¡Venga ya! ¿Y qué más?" y casi que mis ganas de seguir leyendo iban a menos. Repito: no soy un lector medio, pues seguro que el lector medio leerá el libro con una brutal voracidad (en mi caso, algún día ni he leído). El caso es que tanto lía la trama el señor Fitzek que llegó un momento en el que pensé algo así como "Esto solo puede acabar de una manera". A no ser, claro, que el autor se sacara de la manga que todo estaba sucediendo en otra dimensión o algo así. Todo es posible con la ayuda del hachís, el LSD o la Amanita muscaria.

Por otra parte, me han enervado varias cosas. Una de ellas es que haya muchos capítulos que acaben con 'anzuelo', en plan "... por desgracia, Viktor aún no era consciente de lo que ocurriría inmediatamente después" (ejemplo inventado). No, joder, Fitzek, cúrratelo un poco más. Ya sé que es tu primera novela, pero ya tenías una edad cuando la escribiste. No sé, a ver, esos ''''trucos'''' de principante... En fin, cosas mías. Por otra parte, los pensamientos del protagonista se me han hecho un poco cansinos, además de que tendían a parecerme un tanto artificiosos, artificiales, impostados. También me ha tocado un poco los coj... lo de la isla y, hago un pequeño spoiler, que justamente haya una tormenta -o un temporal- de la hostia cuando nuestro protagonista está allí. Naaada típico, naaada pretencioso. En otro orden cosas, y ojo al posible spoiler, se me ha asemejado mucho a una novela de otro autor. Vamos, tanto es así que, a mi juicio, roza el plagio ("influencia", dirán...). Por cierto, también huele un poco a la novela Rebeca/Rebecca de Daphne du Maurier (recomendable, por cierto), cuya adaptación cinematográfica dirigida por Alfred Hitchcock es notablemente conocida y laureada (yo creo que no está a la altura de la novela, pero bueno).

Con todo, llegamos a un final un tanto torpe. Podría decir que es muy predecible (y manido y facilón), pero no me atrevo, porque parece que la gente, en general, no se lo olía. Como decía, yo no veía otra posibilidad mínimente razanoble llegado a un cierto punto de la novela. De todos modos, es verdad que el autor le da cierto giro de tuerca a ese final, pero no me ha parecido brillante. Y es más, creo que incluso desestabiliza algo el final, y puedes pensar algo en plan "Pero entonces cómo es que...". A mi juicio deja algún cabo abierto (cómo para atar todos los cabos de la novela...). También hay que destacar que, por decirlo de alguna manera, hay una especie de posfinal. Es en este último caso, decir que no me lo esperaba, la verdad, aunque me ha parecido un tanto chorra. No sé, tampoco es que aporte gran cosa. Es algo que se ha sacado de la manga el autor, pero tampoco creo que hubiese mucha necesidad. O sea, un poco como lo que acabo de comentar sobre el final. Vamos, sería un 'ni fu ni fa' si no fuera porque creo que (también) desestabiliza algo la historia, haciéndola algo más inverosímil.

En fin, lo dicho, creo que el autor lía demasiado la trama, dejando la novela vista para sentencia bastante pronto. Joder, Fitzek, solo te faltó colar un invasión alienígena por ahí. ¿Lo pensaste? El final 'con triple tirabuzón' parece marca de la casa teniendo en cuenta toda la trama. ¿Un final facilón a mi juicio para dar por buena una deliverada trama cada vez más enrebesada? Pues no todo vale, Fitzek.

A mi juicio, estamos ante un típico caso de literatura comercial, condón, que no vale mucho, que no va más allá, que no pasará a la historia. Es decir, un caso similar al de La chica del tren (Paula Hawkins). Por cierto, curiosamente, ambos libros son las operas primas de dos periodistas. En todo caso, como con la novela de la escritora británica, tampoco soy capaz de aprobar Terapia. Quizá le podría poner un 4, pero en 5 me resulta demasiado benevolente. Sé que es un nota poco popular, porque la mayoría le pondría entre un 8 y un 10, pero... En fin, cada uno es como es, y así debe seguir siendo.

jueves, 3 de noviembre de 2016

'La chica del tren' - Paula Hawkins


Hoy os voy a hablar de un libro del que seguro que no habéis oído hablar: La chica del tren (2015), de la británica Paula Hawkins (nacida en Zimbabue/Zimbabwe en 1972).


SINOPSIS (fuente: quelibroleo.com):
Rachel toma siempre el tren de las 8.04 h. Cada mañana lo mismo: el mismo paisaje, las mismas casas… y la misma parada en la señal roja. Son solo unos segundos, pero le permiten observar a una pareja desayunando tranquilamente en su terraza. Siente que los conoce y se inventa unos nombres para ellos: Jess y Jason. Su vida es perfecta, no como la suya. Pero un día ve algo. Sucede muy deprisa, pero es suficiente. ¿Y si Jess y Jason no son tan felices como ella cree? ¿Y si nada es lo que parece? Tú no la conoces. Ella a ti, sí.


Bueno, primero de todo, decir que, por la sinopsis, yo me esperaba otra cosa. No sé, algo más elaborado, complejo y original. Pero ya os puedo adelantar que es un thriller bastante típico. Así que yo os recomendaría no empezar a leer el libro con grandes expectitavas. O, directamente, no comenzar a leerlo.

Bien, más allá de eso, llama un poco la atención el modo en el que está escrito (quizá genera confusión al principio, al haber tres voces). Es una especie de estilo epistolar, rollo diario, pero te acabas dando cuenta que las protagonistas -las narradoras son tres mujeres jóvenes- llegan a narrar las cosas según va ocurriendo. Es decir, algo así (ejemplo inventado): "Hace un hora, en casa, me sentía fatal; tenía que salir. Ahora estoy en un barrio al este de Londres, rodeada de gente que solo tiene el próposito de llegar a casa o algún pub." Cae por su propio peso: este tipo de narración, aplicado a la vida real, no tiene ningún sentido. Alguien no le va contando su vida al viento mientras ésta se desarrolla. "Me acabo de caer de la bici, estoy sangrando, llevo mi mano a la herida...". ¿A quién coño se lo estás contando? Llamadme cuadriculado, pero no tiene sentido. De todas formas, bueno, es literatura, todo puede ser... Pero joder, no sé, parece un estilo facilón y probablemente también pretencioso. Aunque tampoco es que sea una novela mal escrita -ni brillamentemente-, que quede claro.

Yo el libro lo interpreto un poco como una oda a los perdedores/vencidos. En ese sentido, la novela me recuerda mucho a la novela corta La Entrega, del gran Dennis Lehane (un escritor que le da mi vueltas a Paula Hawkins, aunque precisamente esa no sea una novela especialmente brillante). El caso es que los protagonistas no tienen una vida demasiado fácil, excitante y/o agradable. Y lo malo es que yo no me he sentido muy alineado con ellos (o más bien ellas). No sé, sus compartamientos o vidas no me han mecido o arrastrado. Además, las tres protas parecen casi cortadas con el mismo patrón. Se echa de menos más trabajo en cuanto a la creación de las protagonistas... o quizá es que la autora no es capaz de hacerlo mejor. Pero vamos, les falta profundidad psicológica. Incluso, a mi juicio, resultan un tanto odios@s (no solo las tres protas).

Eso sí, hay que destacar que hay bastante sentimentalismo en la novela. Particularme, a mí, como hombre notablemente sensiblón y tal, pues eso me gusta y me remueve bastante. Aún así, diría que es un sentimentalismo barato. Y, por otra parte, al no acabar de meterme en la historia o en la piel de las protas... pues tampoco vale para mucho. Si no sois como yo (personas sensiblonas, románticas y tal), ya os puedo adelantar que es probable que tengáis ganas de tirar el libro a la basura.

[Ojo, aquí puede llegar algún spoiler]

La narración —un tanto sobria— va desarrollándose a un ritmo lento, demasiado lento. Borrachera por aquí... borrachera por allá (una de las protas, y digamos que la principal, es alcohólica). Estamos en esto cuando la autora, ni corta ni perezosa, se saca de la manga a un personaje (y casi podemos decir que dos) para confundirnos un poco. Todo un cliché del género. ¿Hay más? ¡Claro! La típica ocultación de información relevante. Las protragonistas nos cuentan todo sobre su vida a excepción de, curiosamanete, algo relevante en cuanto al eje de la trama (algo sí nos cuenta en ese sentido, pero lo justo...). Bueno, no digo a qué me refiero por no hacer un gran spoiler. Pero es que... ¡es una orgía de clichés! Y es que este thiller es ¡lo de siempre! (en novelas negras, o thillers, que toman el camino fácil). Por supuesto, las protas no parecen enterarse de mucho de lo que pasa a su alrededor. Pero ojo a lo que tiene que ver con la investigación policial (quienes parecen tener menos luces que un triciclo infantil): nadie ve nada (¿no han buscado testigos?), a excepción de una de la Prota Nº1, pero, por supuesto, ¡iba borracha!; el resgistro de cierta casa no parece haberse hecho muy bien (por algo del final...); no hay cámaras en ningún lado o eso parece; en X sitio hay ADN insuficiente (¡vaya, por Dios!); en un lugar importante, y terroso, no hay roderas de coches (debería haberlas, y lo dejo aquí), o quizá no las han buscado o yo qué sé. No sé, quizá la señorita Hawkings no tiene una buena opinión de la policía... '¿Esos que van de uniforme? ¡Bah, no valen para nada!' Pero, en todo caso, todo muy casual y normal, ¿verdad? Bueno, no voy a contar nada más, no quiero pasarme de listo, pero creo que ya he destapado bastante la genialidad de este thriller. Una obra maestra, absolutamente.

Y todo para llevarnos a un final imPREVISIBLE. O sea, aclaro: a todas luces, la intención de la autora es que el final sea imprevisible. Pero, amiga, conmigo no lo conseguiste (y me consta que tampoco con much@s otr@s). Quien, como yo, se haya tragado un montón de telefilmes/thrillers baratos de esos que emiten en Antena 3, ya se imaginará el final. Simplemente porque es el típico final de aires... ¿imPREVISIBLES? Quizá ese final podría haber tenido su qué hace muchas décadas (ahí está Psicosis, esa película de Alfred Hitchcock tan sobrevalorada), pero estamos en el siglo XXI. Esos finales están más vistos que el tebeo. Srta. Hawkings, ¿es que no pensó en ello? Total, que es lo típico: intentas ir de guay, de ser capaz de crear una historia imprevisible... y se te gira en contra totalmente. En fin, en ese sentido, por esa poco inteligente trama (esas casualidades...) y ese final previsible y a la vez patético, me recuerda a la película El ilusionista (protagonizada por Edward Norton). ¡Oh, qué sorpresa tan sorpresiva! Tú esperas que no hayan intentado jugar contigo, follarse así la trama para esto... y, ni cortos ni perezos, lo hacen. Por favor, un Nobel, un Pulitzer, un Oscar, ¡un algo para estos genios! No, en serio, me ha hecho gracia leer en algún sitio que "nada es lo que parece" (otro cliché). No, qué va...

Pese a ello, bueno, la novela puede resultar más o menos entretenida (cuestión de gustos, exigencias, etc.).

Por otro lado, aunque no se comente mucho, hay mucho machismo en la novela. Parte de él es muy explícito —así que poco que decir— pero otro está 'disfrazado'. Aún así, joder, la trama lo va destilando y destilando. No sé si la autora es machista o quizá es que el 90% de l@s ingleses lo son, pero... No sé, es un poco en plan: "Quiero que sea feliz; ¡voy a chupársela!" o "Ven, guapa, y chupa". Al hilo de lo que decía, no tiene por qué ser apología del machismo sino que quizá solo cuenta una realidad. O quizá son ambas cosas, yo qué sé.

Resumiento, estamos ante un buen ejemplo de literatura condón; de usar y tirar. Un libro de esos que te hace reflexionar... Sí, te preguntas si la escritora tiene el talento de un cenicero o es que ha tenido un 'mal día'. Pero, en fin... marketing is marketing. ¿Libro recomendable? Ya sabéis que no... Pero bueno, sí se lo recomendaría a personas sensiblonas y no demasiado exigentes (que quieran pasar el rato sin más, ¿del mismo modo que ven Gran Hermano?). No para el resto. ¿Mi nota? un 4. Por cierto, la película no la he visto. ¿A que no adivináis si la voy a ir a ver?