viernes, 20 de junio de 2025

'Franny y Zooey' - J.D. Salinger


En esta ocasión voy a hablar(os) de Franny y Zooey [en adelante, FYZ], un libro publicado en 1961 bajo la firma del famoso escritor estadounidense J.D. Salinger (1919-2010), autor del ínclito El guardián entre el centeno [en adelante, EGEEC]. Me parecía medianamente interesante traer algo alternativo del señor Salinger; esto es, algo que no fuera EGEEC.



Franny se enfrenta al problema de los farsantes y la falsedad. El hecho mismo de que sea actriz profesional la obliga a plantearse la distinción entre autenticidad y falsedad y a vérselas con la vanidad y el egoísmo casi a diario, e incluso su intento de renuncia a su profesión está abocado al fracaso si pretende mantenerse fiel a sí misma.
 

FYZ es un libro con una estructura peculiar, pues consta de dos partes (o relatos, ¿o actos?), ambientadas ambas en 1955. En realidad, podríamos decir que son dos relatos independientes porque así fue como se publicaron originalmente en la revista The New Yorker. Fue más tarde cuando se juntaron para conformar el libro, siguiendo un poco los pasos de EGEEC. Ambos relatos están relacionados entre sí (Franny y Zooey son hermanos), por lo que el libro tiene ciertas hechuras de novela, pero sin tener esa narrativa tan lineal y típicamente novelesca de EGEEC. A mi modo de ver, FYZ es una suerte de obra de teatro en prosa que consta de dos actos. No he visto que nadie haga esta lectura, pese a que he leído decenas de reseñas, pero yo he tenido esa impresión. Es un libro que se desarrolla en unos escenarios muy concretos y con unos personajes que tienen unos ademanes un tanto teatrales (se expresan de manera hiperbólica, etc.).

El primero de los dos relatos o actos, titulado Franny, se abre con Lane, el novio universitario de la propia Franny, leyendo una carta de esta en una estación de tren. Esa sería la primera escena de ese primer acto. Luego, una vez se ha dado el reencuentro de estos dos personajes, tenemos una segunda escena que se constata con un cambio de escenario o localización: dejamos atrás la estación de tren y nos adentramos en un restaurante. Esta segunda escena del primer acto abunda en la personalidad y momento vital de Franny, después de que la transcripción de su carta de la primera escena nos sirviera como introducción a su perfil psicológico. Este recorrido por las interioridades de Franny viene de la mano de una conversación en la que se habla de muchas cosas: vida universitaria, angustia vital, hipocresía social, miedo al futuro e incluso disquisiciones teológicas, etc. Son temas que, dicho sea de paso, no se alejan mucho de los de EGEEC. Lo cierto es que Franny es un acto o relato que, a mi modo de ver, entra bastante dentro del concepto de literatura new adult. Por cierto, ojo al desenlace del mismo, que a mí me parece que va muy de la mano de esa alma teatral que percibo que tiene el libro. Tampoco está de más señalar que Franny, curiosamente, es actriz de teatro (Zooey también es actor, y su padre lo fue de vodevil). Quiero acabar este párrafo añadiendo que, en cierta manera, tuve la impresión de que Franny era una versión femenina y algo más madura —tiene algunos años más— del propio Holden Caulfield, protagonista de EGEEC.

El segundo de los dos relatos o actos, titulado Zooey, nos traslada a la casa de los Glass, la familia de los hermanos Franny y Zooey. Cambio de escenario y también de cronología, puesto que los hechos transcurren un par de días después de los narrados en la primera parte. En esta ocasión, tenemos una escena que se da en el cuarto de baño de los Glass y que protagonizan Zooey y su madre, la señora Glass, que es un poco pesada. Es una escena que se alarga muchísimo y que, a mi entender, no aporta gran cosa. Somos testigos del resquemor que siente Zooey para con su madre y conocemos un poco mejor a la familia Glass, pero no tiene mucho más. Eso sí, en esta escena, también hay lugar para disquisiciones espirituales y religiosas. Por otra parte, la forma de hablar de Zooey me ha resultado teatral, pretenciosa y artificial. Luego, nuevo cambio de escenario, aunque sin salir de la casa de los Glass, pues la acción se traslada a la sala de estar. Salinger nos introduce en ella con una descripción pormenorizada: por ejemplo, nos dice cuántos watios tienen las bombillas del acuario. Desde mi punto de vista, esto es poco literario y está de más. No sé, es como decir: "Tablas de madera de pino de veinte centímetros de largo y cinco de ancho conformaban el parqué que vestía el suelo del salón". Además, me llamó la atención lo siguiente: "La habitación no era de un tamaño impresionante, ni siquiera según el promedio en las casas de apartamentos de Manhattan". Sin embargo, el mobiliario que se describe parece más propio de una sala de estar bastante grande. Hay un sofá, dos canapés, un escritorio, varias estanterías, un acuario, dos jaulas, una televisión, una mesita, un gramófono, un "asiento de la ventana", una radio, un revistero... También se habla de una mesa y una mesa de escribir de la madre, pero entiendo que son formas alternativas de referirse al escritorio. En cualquier caso, no está mal. En dicha sala tenemos una conversación entre los hermanos Zooey y Franny, siendo bastante larga y desarrollándose un poco a trompicones. Cómo no, hay mucha carga religiosa en ella. Por momentos, uno piensa que hubiera sido más lógico que Salinger hubiera escrito un ensayo. Prácticamente, la novela acaba con esta conversación, aunque luego tenemos un encontronazo entre Zooey y su madre, la transcripción de unas citas y una llamada un tanto extraña.

Sobre la vertiente estética, estilística y formal de FYZ, ¿qué se puede decir? Pues es justo decir que es un libro que cuenta con una buena prosa (aunque no me ha maravillado, cosa que sí consiguió la prosa de La familia de Pascual Duarte, por ejemplo). Eso sí, a mi juicio, abusa sobremanera de escribir palabras en cursiva. Quizá delata mi incapacidad, pero no he sabido encontrar el matiz que daba la cursiva a la mayoría de esas palabras. En cualquier caso, me parece que el problema de Franny es de fondo: no hay trama, no hay fábula, no hay historia. Esto se dice de EGEEC, aunque yo no estoy de acuerdo, pero es que aquí... Además, considero que FYZ carece de sentido narrativo y de tensión dramática. Excepto por el golpe teatral del final del primer relato, que se queda en agua de borrajas, no hay nada. Leer este libro es nadar por un mar anodino y tedioso, un mar carente de estímulos y hasta de oleaje. En cuanto a los contenidos lógicos, a las ideas contenidas en FYZ, debo decir que no he encontrado nada que llevarme a la boca. Quizá esto también delate cierta incapacidad o miopía por mi parte, qué sé yo, pero estoy siendo honesto. También puede que tenga que ver con que yo no sea una persona religiosa, pues es posible que las personas religiosas tiendan a encontrar grandes ideas o planteamientos entre los infinitos comentarios religiosos y teológicos que contiene FYZ. No lo creo, pero es una posibilidad.

Quisiera comentar también algunos detalles del libro. Por ejemplo, en un momento dado se habla de la capacidad comunicativa de los ojos de la señora Glass, refiriéndose a ello como "atributo celta". Es probable que escribiera "celta" como podría haber escrito "irlandés" (el origen de ella), pero me sorprendió esa detalle. ¿Acaso los ojos celtas son más comunicativos? Pues no sé, pero los españoles también descendemos en buena medida de los celtas y, de hecho, parece ser que somos muy cercanos a los irlandeses en cuanto a genética. Relacionado con esto, es interesante que el señor Glass sea judío y la señora Glass irlandesa, puesto que concuerda en buena medida con los progenitores del propio Salinger: padre judío y madre de origen escocés-irlandés. Incluso, según aparece en Wikipedia y basándose en otras obras de Salinger, uno de los hermanos Glass —Buddy— sería el alter ego de Salinger. Por tanto, cabe entender que la familia Glass tiene bastante que ver con la familia Salinger.

Otro detalle que me ha llamado la atención se da cuando Franny habla de un gato: "Anoche le encontré catorce pulgas, sólo [sic] en un lado". Hombre, esto no tiene sentido porque las pulgas saltan, no se quedan aferradas al pelo de un animal esperando que el dueño de este dé con ellas. Otra cosa sería si fueran garrapatas, claro. Se podría entender que Salinger nos está diciendo que Franny se inventa cosas, pero se supone que entonces Zooey habría salido al paso. Además, me pregunto qué sentido tiene que hable solo de las de un lado. ¿Solo miró ese costado? ¿Por qué? ¿Se cansó? Con esa construcción sintáctica (esa coma es clave), se entiende que sí. Si no hubiera una coma se podría entender que le contó catorce pulgas en un costado pero que encontró alguna más el resto del cuerpo (otra cosa es que las siguiera contando). Por curiosidad, he mirado la versión original y, en efecto, habla de pulgas ("fleas") y hasta hay un punto en lugar de una coma: "I found forteen fleas on him last night. Just on one side". Bueno, lo dicho: poco sentido. Por no hablar de que Franny no dice nada de que a ella le hayan picado, ni se menciona que se rasque ni nada. No sé, si tantas pulgas tenía el pobre gato, me parece raro que Franny no esté hecha trizas, con decenas y decenas de picaduras (cada pulga suele picar varias veces). En fin, pensaréis que es una tontería que me haya detenido (tanto) en esto, pero supongo que analizo un poco las cosas a mi manera y aportar algo al lector. Por supuesto, no he leído que nadie lo mencionara.

Con todo, e imagino que desde una notable subjetividad (pero también honestidad), no soy capaz de aprobar este libro. Le otorgaría un 4 sobre 10, siendo generoso. Que yo sé que esto de poner nota a una obra literaria es muy subjetivo y un tanto ridículo, pero es una manera de (super)sintetizar lo que me ha parecido el libro y un guiño a aquellos que, como yo, tienen querencia datística [palabra inventada].

Gracias por la atención y hasta la próxima.

miércoles, 12 de febrero de 2025

'Sé lo que estás pensando' - John Verdon

[Feliz 2025]

En esta entrada voy a reseñar Sé lo que estás pensando, la primera novela del escritor estadounidense John Verdon (Nueva York, 1/1/1942). Fue publicada originalmente en 2010 bajo el título Think of a number. No es muy habitual que un escritor publique su primera novela con una edad tan avanzada (68 años en este caso), pero supongo que nunca es tarde. De hecho, tras ese debut de 2010, ha publicado otras siete novelas.

jueves, 10 de octubre de 2024

'Pregúntale al polvo' - John Fante

[Solo he tardado medio año —literalmente— en actualizar esta cosa. Tienen permiso para aplaudir.]


En esta ocasión voy a reseñar Pregúntale al polvo, una novela del escritor estadounidense —de raíces italianas— John Fante (Denver, 1909 - Los Ángeles, 1983). Fue publicada originalmente en 1939 bajo el título Ask the Dust. Es la segunda de las novelas protagonizadas por Arturo Bandini, una especie de alter ego del propio escritor. Es su novela más popular. Tal vez no esté de más añadir que cuenta con una adaptación cinematográfica del 2006, protagonizada por Colin Farrell y Salma Hayek; al parecer, deja bastante que desear.

 

Los Ángeles, años treinta. El joven aprendiz de escritor Arturo Bandini lucha por la dura supervivencia diaria, mientras sueña con el triunfo artístico y económico. Arturo proclama que es un genio de las letras, mientras se enfrenta a una compleja relación amorosa con Camila, una chica mexicana que trabaja como camarera.


Vaya por delante que es una novela sobre la que no tengo gran cosa que decir, pero intentaré que resulte una reseña decente. Pues bien, el argumento es bastante simple y se resume en la sinopsis que he añadido. Arturo Bandini vive en un motel de Los Ángeles y se dedica a escribir y a buscarse la vida como buenamente puede. Es un personaje con el que no es fácil simpatizar y empatir del todo por su manera de vivir y por su manera de ser (es un tanto prepotente, muy inestable, tiene algunos ademanes racistas, etc.). Un día conoce a Camila, una camarera mexicana, y digamos que ahí es donde empieza realmente la novela. De hecho, el inicio de la novela me ha parecido bastante insulso y hasta un poco tedioso, pero considero que va cogiendo temperatura con el paso de los capítulos. Vamos, en líneas generales, creo que Pregúntale al polvo va de menos a más.

La relación entre Arturo y Camila es bastante peliculera, no me parece demasiado realista, aunque me cuesta ponerme en la piel de dos jóvenes de Los Ángeles en los años 30. Así que cabe la posibilidad de que la relación amor-odio de ellos dos esté en sintonía con esa coyuntura. Me cuesta creerlo, pero puede ser. Por ejemplo, Arturo se refiere a Camila como una chica no atractiva pero más tarde dirá que es hermosísima. Tampoco quedan muy claros los sentimientos de él hacia ella, aún menos los de ella hacia él. De hecho, el comportamiento que arrastran ambos —especialmente ella— durante toda la novela es notablemente errático. Alguno podría decirme que la relación Arturo-Camila no es peliculera, sino que es compleja. Bueno, es una forma de verlo, pero entonces es fácil trazar una relación compleja, porque basta con que los personajes digan A y luego B y hagan X y luego Y. Para mí, al menos en términos novelescos, la complejidad es otra cosa. Dicho sea de paso, otro punto donde considero que la novela es peliculera es el personaje de Vera Rivken. En cualquier caso, me ha resultado una novela entretenida. Es cierto que he notado escasez de sentido del humor (quizá sea muy sutil, yo qué sé). No es que tenga que haberlo, lo digo más que nada en comparación con Bukowski. También, dicho sea de paso, el realismo —casi surrealismo por momentos— sucio de John Fante me parece bastante menos sucio que el de Bukowski. Quizá, no sé, Fante se daba más importancia a sí mismo —o a su alter ego— que Bukowski.

En cuanto a la forma o prosa de esta novela, decir que no tiene demasiadas florituras, siendo más bien directa y recatada. Eso sí, siguiendo con la comparativa con Bukowski, observo una prosa menos descarnada. En cualquier caso, considero que es una novela bien escrita.

Para acabar, vamos con la típica valoración númerica. Bajo mi punto de vista, es una novela de 7,00 sobre 10. No es una mala nota, pero sí sensiblemente más baja que las que hay por ahí: a 10/10/2024, la media en QuéLibroLeo es de 8,09 sobre 10 (90 votos) y en GoodReads de 4,10 sobre 5 (36371 votos).


[Sepan ustedes que espero traerles tres o cuatro reseñas más en lo que queda de 2024. Pero, como siempre, no les prometo nada.]

lunes, 8 de abril de 2024

'La evasión' ('Le trou') - José Giovanni

 

En esta ocasión voy a reseñar La evasión, la primera novela del escritor francosuizo —de raíces corsas— José Giovanni (París, 1923 - Lausana, Suiza, 2004). Fue publicada originalmente en 1957 bajo el título Le trou. Cuenta con una notable adaptación cinematográfica dirigida por Jacques Becker, estrenada en 1960, y en la que el propio José Giovanni participó como guionista. Es una película que me encanta, y por eso me lancé a leer la novela.

 


Evocando el universo carcelario y el entorno de delincuencia que envolvió su propia vida, José Giovanni, un miembro de la mafia corsa que se acabó rehabilitando y convirtiendo en uno de los autores de novela negra más destacados del género, nos cuenta el intento de fuga de la cárcel de La Santé protagonizado por cinco condenados a muerte, uno de ellos el propio autor. La evasión es el relato autobiográfico de Giovanni, quien consigue describir espectacularmente la vida entre rejas y logra guiar al lector a través del planteamiento de cuestiones tan delicadas como la pena de muerte, la fragilidad de la frontera entre el bien y el mal o la propia humanidad de presos y funcionarios de prisiones.

 

Basada en hechos reales, la novela narra un intento de fuga en la prisión parisina de La Santé a finales de los años cuarenta (o dicho de otra manera, en la posguerra de la IIGM). De los cinco presos que participan en dicha tentativa, cuatro aparecen tanto en la novela como en la película: Manu Borelli, Geo Cassid, Monseñor y Rolland. Me detengo en Manu Borelli para mencionar que se desprende que es el alter ego del propio José Giovanni. También me detengo en Rolland para comentar que el actor que le interpreta en la película es el propio Rolland, aunque esto no es ningún secreto porque aparece explícitamente en la introducción del largometraje. Ahora bien, ¿qué pasa con el quinto preso? Pues que en la novela es un tal Willman y en la película un tal Gaspard, pero digamos que el personaje viene a ser el mismo y hace más o menos la misma función. Admito que me sentí descolocado, porque yo no esperaba a un personaje llamado Willman y sí esperaba a un personaje llamado Gaspard, pero también porque Willman está en la celda desde el principio mientras que la llegada de Gaspard se muestra en la película. Por ello, me pasé el inicio de la novela esperando la aparición de Gaspard, pensando que aún estaba por llegar, hasta que me di cuenta de que aquí teníamos a Willman y que Gaspard no iba a aparecer.

Por lo demás, la idea de la novela es similar, pero también es cierto que cambian muchos detalles. Siguiendo un poco con los personajes, quisiera destacar que el principal protagonista de la novela es Manu Borelli (¿por qué será? #modoirónico). En cambio, en la película, los cinco presos de la celda se reparten más el protagonismo (cerca de un 20% cada uno, por decirlo así), pero destacaría más a Rolland e incluso a Gaspard que a Manu. Es decir, la historia está enfocada de manera ligeramente diferente. Comentar que en la novela no aparecen la escena de la revisión de la comida ni la de los fontaneros; tampoco es que sean claves en la trama de la película, pero son medianamente llamativas. En cambio, en la novela tenemos un pasaje que narra la visita a los juzgados por parte de unos de los presos. No es que aporte mucho, pero bueno. Por otra parte, considero que los preparativos de la fuga, incluyendo tanto los preparativos en sí como los avances, son más complejos y completos en la novela. El problema es que estos preparativos o avances son muy complicados de redactar con precisión, y considero que a José Giovanni le faltó maestría o experiencia para hacerlo de manera solvente. Por tanto, cuesta bastante visualizar bien lo que (se supone que) está pasando o cómo son las diferentes estancias o recovecos de la prisión. Al final, una trama así seguramente es más efectiva en el plano audiovisual que en el literario. En la novela te pierdes por momentos, mientras que en la película ves lo que están haciendo, donde están, e incluso te quedas absorbido por los avances. Aquí, evidentemente, también cuenta la maestría de Jacques Becker en la dirección.

En definitiva, el estilo más torpe de la novela y cierta falta de alma hacen que empatices menos con los personajes de la novela que con los de la película (al menos en mi caso, claro). También, evidentemente, algo de culpa -para bien- tienen los actores y el director de la película. Pero vamos, creo que es fácil que te interese más el trayecto hacia la evasión de la película que el de la novela. Además, el final de dicho trayecto es menos épico (o peliculero) en la novela que en la película y no se dice la famosa frase que cierra el largometraje. Sí es interesante que en la novela se alargue más la historia, contándonos lo que pasa después, pero tampoco me ha acabado de llamar o cautivar. De hecho, hay una importante cosa de ese pasaje final que se cuenta así como si nada, cosa que lógicamente me parece desacertado.

En definitiva, se trata de una novela que se deja leer, pero donde el autor se muestra algo torpe como para hacer un trabajo sobresaliente. Le daría un 6-6,5 sobre 10. En este caso, aunque supongo que la historia es menos realista, considero que es mejor la película (tiene un 8,4 en FilmAffinity y yo le di un 9). Pero que no sirva de precedente y que nadie se lleve a engaño, porque la literatura es una disciplina superior al cine. Ale, dicho queda.

miércoles, 20 de marzo de 2024

'El resplandor' - Stephen King

[Publico esta entrada con muuuuucho retraso sobre lo previsto, pero nunca es dicha si la tarde es buena. De todos modos, no creo que tarde mucho en actualizar el blog, ya que tengo otra entrada en la recámara. Por cierto, ¿aún se puede felicitar el año?] 


En esta entrada voy a hablaros de El resplandor, la archiconocida novela del también famoso escritor estadounidense Stephen King (n. 1947). Fue publicada originalmente en 1977 bajo el título The Shining, y Stanley Kubrick la adaptó a su manera en la famosísima película homónima, estrenada en 1980. Es bien sabido que al señor King no le gustó, así que produjo y escribió el guion de una miniserie que se estrenó en 1997. Por supuesto, dicha miniserie es mucho más fiel a la novela que la película del señor Kubrick (otra cosa es que sea mejor).
  

El nuevo trabajo de Jack Torrance en el hotel Overlook es la oportunidad perfecta para un nuevo comienzo. Como cuidador fuera de temporada del hotel, tendrá mucho tiempo para reconectarse con su familia y escribir. Pero a medida que llega el invierno, el lugar idílico se siente cada vez más remoto... y más siniestro. Y el único que se da cuenta de las extrañas y terribles fuerzas que se reúnen alrededor del Overlook es Danny Torrance, un niño de cinco años con un talento único.
 

Empezaré con una confesión: Me he preguntado qué podía aportar yo al hacer una crítica de una novela como esta, de la que ya se ha dicho (casi) todo. Fíjense que en GoodReads, a 20 de marzo de 2024, hay casi 38.500 reseñas sobre ella. Luego podrían sumar la ingente cantidad de comentarios que se habrán hecho sobre ella en plataformas como Twitter/X o YouTube, en blogs, etc. Así pues, ¿tengo la sensación de aportar algo con esta entrada? Bueno, al menos mi percepción sobre la novela; y puede que alguna cosilla más, puesto que hay elementos que voy a mencionar que no aparecen en las decenas de reseñas de GoodReads que he leído.

Por otra parte, advierto que voy a tener que destripar bastantes elementos de la novela -no todo, ni mucho menos- para poder hacer una crítica más o menos completa, aunque supongo que la mayoría de gente ha visto la película y no resultará un gran destripe.

Hechas estas puntualizaciones, empecemos.

La novela cuenta con una larguííísima introducción, que sirve para que vayamos profundizando en las biografías de los miembros de la familia Torrance: Jack -enseguida da muestras de ser un tanto demente-, Wendy y el pequeño Danny, de solo cinco años (en la miniserie tiene siete). Desde mi punto de vista, se alarga demasiado, por lo que yo solo deseaba que llegaran al dichoso hotel de una maldita vez. Además, en esta larga introducción, Stephen King abre un hilo argumental -sobre un accidente de tráfico- que luego no se acaba de aclarar y que considero que acaba resultando un cabo suelto.

El primer Torrance en llegar al Overlook es Jack, para ser formalmente contratado e instruido, y nos volvemos a encontrar con un pasaje que se alarga en demasía. Aquí hay un punto curioso. En un momento dado, Watson, el encargado de mantenimiento (en la película se retrata de manera muy diferente), le comenta a Jack que "cualquier gran hotel tiene fantasmas". Poco después, al ser preguntado por el Overlook, asegura no haber visto ningún fantasma.

Cuando por fin llegan todos al hotel, Wendy le pregunta a su hijo si le gustan los animales. ¿De verdad no sabe eso una madre? Curioso. En fin, el caso es que en el hotel aún queda bastante gente (como en la película, no como en la miniserie), incluyendo diversos clientes, trabajadores y hasta el propio Ullman, gerente del hotel. Como en la película, el cocinero Dick Halloran les enseña la cocina y Ullman les enseña el resto del hotel (curiosamente, en la miniserie, Watson les enseña la cocina y Halloran el resto del hotel). Por supuesto, todo esto se alarga también en demasía, y yo soy incapaz de responder qué necesidad tuvo King de estirar tantísimo el chicle. Uf, es que parece Sorogoyen en As bestas.

Pero el enrollamiento no acaba aquí, puesto que King no tarda mucho en aburrirnos con la historia de un chaval llamado George Hatfield, una historia que no viene muy al caso. Antes de eso, por cierto, se dice que es 20 de octubre y que llevan tres semanas en el Overlook, algo un poco sorprendente porque cuando llegan al hotel hay una revista de octubre. Siendo generoso, habría que pensar que la revista salió a la venta a finales de septiembre, pero tampoco sé muy bien por qué comprarían una revista si están a punto de cerrar el hotel al público. Habría sido más lógico hablar de una revista de septiembre o bimestral (septiembre-octubre), y ya está. Por otra parte, creo que un puñado de páginas más adelante, Danny utiliza la palabra "sumamente". Un niñito de cinco años. Pues vale.

Más adelante, Jack se pone a revisar una serie de papeles sobre el hotel, y aquí hay unas cuantas cosas que no está de más comentar. Por ejemplo, Jack se topa con un periódico del 19 de diciembre de 1963. Yo me pregunto qué hace un periódico de esas fechas en el hotel, teniendo en cuenta que este debía estar cerrado y atestado de nieve. Se puede pensar que el vigilante de entonces bajó al pueblo por lo que fuera y ese día, por lo que sea, no había mucha nieve, pero es como que hay que tragarse un sapo. Otra posibilidad es que llevaran el periódico meses después, pero creo que el sapo aún es más grande. Por si fuera poco, después se afirma que no hay ningún papel que date de 1962 o 1963. Pues vale. Luego encuentra una tarjeta de invitación del 29 de agosto de 1945 (un baile que se organizó después de que hicieran unos trabajos de acondicionamiento). Otro punto curioso, puesto que se supone que no había nada de entre 1937 y 1945. Más tarde aparece un recorte de periódico del 15 de mayo de 1947 sobre la reapertura del hotel, lo cual es curioso porque se supone que ya hubo ese baile de 1945 tras hacer esos trabajos de acondicionamiento. ¿Lo tuvieron casi dos años cerrado? ¿Por qué? Siguiendo la historia del hotel, nos enteramos de que un tal Derwent, que luego sería dueño del hotel, compró una compañía de aviación que le catapultó hacia el éxito. La compañía de aviciación estaba arruinada, pero, aun así, cuesta entender cómo pudo comprarla si por aquel entonces era tan pobre como se nos hace entender. Luego aparece el recorte de un periódico donde se dice que el hotel fue mundialmente famoso entre 1946 y 1952. Pero vamos a ver, ¿no se reabrió en 1947? ¿Cómo pudo ser famoso ya un año antes? Curiosamente, ya bien avanzada la novela, en el capítulo 37, se habla de un acontecimiento que ocurrió una noche de agosto de 1946. Pues no sé, es un despiporre, ¿no? A ver, entiendo que el (supuesto) baile de 1945 se produjo en realidad en 1946 y entiendo que la (supuesta) reapertura del hotel de 1947 también tuvo lugar en 1946, porque otra cosa... En fin, un cachondeo, ¿no?

Siguiendo un poco con el espacio temporal de la novela, quisiera comentar que resulta curioso -o caprichoso- que empiecen a pasar cosas en el Overlook cuando este se encuentra ya aislado por la nieve. Sí, hay un hecho aislado antes, pero vamos.

Quiero apuntar también que los setos con hechuras de animales me han resultado un tanto prescindibles (mejor el laberinto de la película, pienso yo). Unos setos que, por cierto, resultan patéticos y risibles en la miniserie. Otra cosa que me ha hecho 'gracia' es que, en un momento dado, los padres le den Jerez al niño como si fuera lo más normal del mundo. Y, rizando el rizo, me ha llamado la atención que el (ex)alcohólico de Jack no se acerque al Jerez, como si eso no fuera alcohol. Pero quizá es incluso más llamativo que el niño, de cinco años, se mueva con tanta libertad por los dominios del hotel, interiores y exteriores. ¡Qué buenos padres! Luego, claro, al pobre Danny le pasa lo que le pasa.

Tampoco se entiende que Dick Halloran permita que Danny pase el invierno encerrado en el hotel. Ha empatizado con él y es consciente que el Overlook bien podría ser un lugar hostil para el pobre niño. Fíjense que en el capítulo 38 se revela que, después de cierto suceso, Halloran "nunca más había vuelto a sentirse seguro en el Overlook". Pero va el tío y deja que el pequeño Danny se quede allí encerrado durante meses. Muy lógico.

Por otra parte, me parece que la novela va bien cargada de misoginia y de gratuitas sexualizaciones. Por ejemplo, se comenta que el padre de Wendy murió por culpa de su madre. Además, Jack ya desea matar a Wendy en el capítulo 32, y añado que el señor King no se queda corto explicándonos esto. Capítulos más tarde, Jack piensa que cierta paliza de su padre a su madre había sido necesaria. Más tarde, Wendy se dice a sí misma: "[...] quieren que hagas una cosa tonta y femenina". En cuanto a sexualizaciones gratuitas hay muchísimas, como cuando se comenta que a una mujer se le marcan los pezones a través del vestido. O esta otra: "Halloran apretó el acelerador como si fuera el pecho de una mujer amada". ¡Menudo poeta el tal King! Atención también a la pareja de bailarines que esconde el reloj del salón de baile [capítulo 37], pues no tienen otra cosa que hacer que ponerse en modo sexual [En la miniserie son leñadores y no hacen nada raro]. Pero ojo, que cuatro capítulos después hay algo todavía peor. Me refiero a cuando cierto ser le dice a Danny que le va a comer, pero añadiendo lo siguiente [pongo la versión original]: "[...] I'll start with your plump little cock". ¿Hola? ¿Esto va en serio? ¿Qué clase de tarado podría escribir algo así? En fin, no quisiera que el señor King fuera mi vecino.

En cuanto al final, decir que es bastante simple y un tanto desastroso. Para empezar, se habla de una puerta de centímetro y medio de grosor como si fuera infranqueable. ¡Centímetro y medio! (vayan a medir el grosor de sus puertas). Pero esto no acaba aquí porque la versión original habla de "half inch"; es decir, media pulgada, lo que viene siendo 1,27 cm. ¿En serio? ¿Una puerta de 1,27 cm de grosor? Pero es que encima se acaban refiriendo a ella como "gruesa". Yo no sé si el señor King quiso escribir pulgada y media (3,81 cm) o qué. Para rizar aún más el rizo, en la miniserie se observa que la puerta es hipergruesa, de un montón de centímetros. Así que me acabé preguntando si King no quiso escribir "medio pie", que equivale a 15,24 cm. Sí, sé que es muchísimo, pero miren la puerta que aparece en la miniserie.

Siguiendo con el final, se habla de un hombre con una "máscara verde de vampiro". Pues vale. También se dice que cierto personaje está "inerte", pero luego no lo está. Otro punto nos lleva a unas palabras de Wendy sobre su hijo: "Ahora solo él puede ayudarse". ¿Hola? A ver, hija, el niño tiene cinco añitos y tú eres su madre. También es en el desenlace cuando se revela el segundo nombre de Danny, no vaya a ser que se revele antes y se descubra el pastel, ¿verdad, señor King? Por otra parte, aunque lo comentaré veladamente por aquello de no reventar mucho la novela, decir que cierto personaje aparece justo cuando tiene que aparecer y que cierta cosa del hotel también se pone en marcha justo cuando se tiene que poner en marcha. Tampoco tiene mucho sentido la coincidencia entre que den las doce de la noche y que pase cierta cosa.

Por cierto, comento una curiosidad: en el primer párrafo del capítulo 30, se hace referencia al famoso accidente de avión ocurrido en los Andes en 1972. Sí, el de la película ¡Viven! (1993) y La sociedad de la nieve (2023). Por desgracia, desde mi punto de vista, la referencia que hay en la novela me ha parecido más bien frívola y gratuita.

Para arrojar un poco de luz a mi crítica, comento un detalle que considero que no está mal: Se habla de unos asesinatos ocurridos en junio de 1966; o sea, el 6/66. Bien ahí, señor King, bien (aunque no sé si lo hiciste adrede). 

También quisiera apuntar que la novela está bien escrita, que la prosa es correcta, aunque no diría que brillante. Incluso tantas frases entre paréntesis me han molestado un poco. También tiene la parte buena de que ahonda y abunda en la familia Torrance, pese a que me parece que el señor King se hace demasiado pesado sin venir a cuento.

Por desgracia, la novela no cuenta con algunos elementos -detalles o incluso hilos argumentales- que aparecen y nutren la película. Me refiero, por ejemplo, a que en la película se menciona que el hotel fue construido sobre un cementerio indio y que hubo importantes enfrentamientos durante su construcción. Esto, y alguna otra cosa (los motivos decorativos, la sangre del ascensor), permite elucubrar que el hotel es una representación del tío Sam, de Estados Unidos. O, pese a que la novela está más sexualizada que la película, el tema del posible abuso sexual de Jack sobre su hijo Danny. O que en la película haya dos Grady. O el laberinto (el de fuera, que no queda claro si es real, y el que puede haber dentro). O la foto final. En fin, elementos que enriquecen la película y que no aparecen en la novela. Además, me parece que la película es más atmosférica y más inquietante (y tampoco es que yo sea muy fan de ella, pero bueno). La novela, en general, me ha resultado tediosa y poco atractiva.

Por cierto, me hace gracia que haya una edición cuya portada se ilustra con dos gemelas, porque hay dos (icónicas) gemelas en la película... pero no aparecen en la novela. Supongo que los editores no se leyeron la novela. 

Otra cosa que me hace gracia es que el propio King y otra gente comenten que el Jack de la película está loco desde el principio (tampoco sería un fallo, porque creo que la película va por otro lado), como si el de la novela pareciera estar muy bien de lo suyo en algún momento. También se ha dicho que Wendy resulta muy inoperante, tonta y sumisa en la película. Ya, claro, porque la de la novela no (por no hablar de que se describe como una rubia despampanante). En fin, pueden revisar película y novela fijándose en cuál de las dos Wendy hace más en favor de que Danny se salve. Tal vez se lleven una sorpresa.

Por otro lado, tengo la impresión de que la novela está inspirada en otra. Me refiero a Burnt Offerings, de Robert Marasco, publicada solo cuatro años antes, en 1973. Por desgracia, es una novela muy poco conocida en España y me temo que resulta difícil de conseguir (pueden probar con la adaptación cinematográfica de 1976). Pero bueno, cuenta la historia de una familia estadounidense -matrimonio más hijo, también- que se dirige a una mansión perdida en el campo para pasar el verano allí. Básicamente, vamos viendo como la mansión va apoderándose de ellos y nos hace ver el peligro que corre allí el hijo. O sea, básicamente igual que en El resplandor. Además, la madre hace un papel similar al de Wendy, protegiendo al niño de su poseído padre (sí, como en El resplandor). Pero es que ella, además, se obsesiona con cuidar la mansión, casi como si ella se convirtiera en un apéndice de la mansión. O sea, igual que Jack con el hotel Overlook. En fin, no sigo, que creo que ya he dicho bastante, pero a mí me parece que el señor King rozó el plagio.

Acabo esta larga crítica poniendo nota a la novela. Para mí, El resplandor es una novela de 5 sobre 10. No puedo darle más nota, por mucho nombre que tenga, porque no le veo mucha brillantez y porque me ha resultado tediosa en su mayoría (el último cuarto me ha resultado más entretenido, pero también flojito). 

martes, 19 de diciembre de 2023

'En el patio' - Malcom Braly

[NOTA: Es bastante probable que esta sea mi última crítica literaria del 2023. De aquí a Nochevieja, me gustaría traeros la crítica de una novela bastante famosa, pero supongo que acabaré publicándola en la primera decena de enero.]

Hoy vamos a hacer una somera radiografía de En el patio, novela del estadounidense Malcom Braly (1925-1980). Fue publicada originalmente en 1967 bajo el título On the Yard. Es una novela muy poco conocida en España, pero la editorial Sajalín la rescató en 2012 y me ha parecido oportuno leerla y dedicarle una entrada en el blog.

SINOPSIS: En el patio es una de las mejores novelas salidas de una prisión de los Estados Unidos. Su autor, un asiduo huésped de cárceles como Folsom y San Quintín en la década de los cincuenta, la empezó a escribir entre rejas y la terminó a escondidas por la amenaza de las autoridades de revocarle la libertad condicional. Finalmente publicada en 1967, En el patio reconstruye de forma magistral, siguiendo los pasos de una impresionante galería de personajes, el día a día de San Quintín. En su epicentro, el gran patio, se entrecruzan las historias de guardas, criminales encallecidos como Sociedad Rojo, Nunn o el temido y respetado Hielo Willy; criminales ocasionales e instruidos como Juleson, Manning o Lorin; y sociópatas como Gasolino o Palo, líder de una banda imaginaria y actor principal de un intento de fuga surrealista. Novela construida según un diseño en apariencia casual, En el patio nos ofrece un retablo de la vida en prisión de una autenticidad solo al alcance de autores que también estuvieron "dentro" como Edward Bunker, Dostoievski, Jean Genet o Brendan Behan.  

 

En el patio nos ofrece un interesante -y supongo que bastante realista- retrato de la vida en San Quintín (en los años cincuenta o sesenta), famosa prisión californiana. Malcom Braly lo consigue a través de presentarnos decenas de personajes. Esto hace que a veces te pierdas un poco, porque llega un momento en el que se han presentado tantos personajes que cuando vuelve a aparecer uno ya no sabes quién diablos es (o dicho de otra manera, no recuerdas qué te habían contado de él). En ese sentido, considero que Braly debería haber reducido el elenco para dar mayor fluidez a la novela. De hecho, algunos personajes aparecen y pueden parecer importantes, así que tratas de retener información sobre ellos en tu cabeza, pero luego el autor parece olvidarse de ellos (por ejemplo, el personaje chino, ayudante/criado del alcaide). En otros casos sí es cierto que aparecen y luego tienen una incidencia real en la trama, como si partieran de una subtrama y se unieran a la trama principal o, al menos, como si su subtrama acabara fluyendo junto con otra subtrama. En cualquier caso, creo que la gran profusión de personajes es probablemente el gran pero —el principal defecto— de la novela. Supongo que para otros lectores será al revés, porque podrán hacer un buen mapa mental de los personajes y verán la novela como muy rica, pero reconozco que a mí me ha costado.

Relacionado con ello, decir que no me ha convencido que la novela empiece centrándose en Manning y en Nunn, cuando todavía no están en San Quintín, para que luego lleguen allí y se diluyan en esa efervescencia de personajes de la prisión, donde parece que Juleson —sobre todo al principio— y Hielo Willy toman el relevo de llevar el peso de la trama. Una opción interesante sería haber empezado la novela con la llegada de Manning y Nunn a la cárcel (tampoco es que la novela sea corta, así que...).

Entrando en la vertiente de la forma, del estilo, tengo varias cosas que decir. Lo primero es que la narrativa es correcta o incluso buena, siendo más bien sobria, no muy profusa en lirismos y ramalazos filosóficos, pero resultando equilibrada. Si bien es cierto que he notado falta de chispa, de alma, de duende.., en cómo se narran muchos pasajes de la novela. Pondré un ejemplo: "[...] se escaparon cuatro hombres. Cogieron a tres y los devolvieron a la prisión, y al cuarto lo encontraron flotando boca abajo en el río Sacramento". O sea, ¿se puede contar algo así con menos gracia y menos alma? Yo qué sé, podría haberlo narrado así: "Tres de ellos fueron detenidos pocos días después de su huida, y volvieron a verse encerrados entre los muros de San Quintín. El otro apareció varias semanas después; su cuerpo flotaba bocabajo en las frías aguas del río Sacramento". Por ejemplo.

Siguiendo con la vertiente estilística o formal de la novela, apunto que no me ha gustado que frecuentemente se omitan algunas conjunciones o incluso verbos, que hacen que (casi) parezca que esa parte del texto la haya escrito un alumno de Primaria. Un ejemplo: "[...] permanecía sentado con las piernas cruzadas en su propia litera, el libro cerrado...". Aquí Braly, por ejemplo, podría haber escrito: "[...] permanecía sentado con las piernas cruzadas en su propia litera, CON el libro cerrado...". Otro ejemplo, que encontramos en el mismo párrafo: "Siempre estaba pálido, los ojos cansados de tanto leer...". Posible corrección: "Siempre estaba pálido Y TENÍA los ojos cansados de tanto leer...". Aquí no sé si se nota la mano de la traductora, pero esa manera de narrar me parece lamentable.

Y sumo alguna consideración más. Los diálogos no me han parecido brillantes, pero supongo que son más o menos realistas; no es esperable que los reclusos debatan sobre la (no) importancia de la Revolución Francesa o sobre materialismo filosófico. Por otra parte, la novela está cargada de una atmósfera bastante desagradable, deprimente e incluso fatalista, pero estamos en San Quintín y difícilmente puede ser de otra manera. Un último punto: considero que la mejor parte de la novela es la última, la de los últimos capítulos, pues es cuando hay más acción, encajan algunas piezas (aunque alguna sea bastante obvia), etcétera.

En resumen, me parece una buena novela a la que falta pulir algunos aspectos. Le daría un 7 sobre 10. Y ya que estamos, añado que, dentro de este subgénero del drama carcelario, a mí me gustó un poco más La fábrica de animales (ambientada también en San Quintín), de Edward Bunker, pese a que En el patio es una novela quizá más ambiciosa (más extensión, más personajes).

domingo, 29 de octubre de 2023

'Mooch' - Dan Fante

En esta entrada voy a reseñar brevemente la novela Mooch, del escritor estadounidense Dan Fante (Los Ángeles, 1944-2015). Sobre la novela, decir que fue publicada originalmente en 2001 (y rescatada en español por la interesante editorial Sajalín). Sobre el autor, apuntar que es hijo del escritor John Fante (1909-1983), autor de las novelas protagonizadas por Arturo Bandini (Pregúntale al polvo, por ejemplo).

SINOPSIS:
El aspirante a escritor Bruno Dante lleva meses sin escribir una sola línea, bloqueado. Vive en un edificio de acogida para exalcohólicos y se gana la vida vendiendo aspiradoras de puerta en puerta bajo el sol abrasador de Los Ángeles. Hasta que lo despiden. Desesperado, Bruno sigue el consejo de su hermano mayor en Alcohólicos Anónimos y empieza a trabajar en Consumibles Orbit, la empresa de venta telefónica del también exadicto a la botella y ahora triunfador Eddy Kammegian. Bruno tiene un don especial para engatusar a la gente al teléfono, y antes de trabajar en Orbit ya vendía por teléfono con suma facilidad desde trasplantes de cabello hasta monedas raras o porno. Descartado el sueño de convertirse en escritor, Bruno se emplea a fondo en su nuevo trabajo y rápidamente acumula suculentas comisiones en forma de cheques. Parece que finalmente el antihéroe creado por Dan Fante podría sentar la cabeza y disfrutar de la vida cerca del océano, pero entonces se enamora de la mujer equivocada: la exstripper mexicana y compañera de trabajo Jimmi Valiente. Bruno inicia una relación de amor-odio con la explosiva mexicana que lo llevará de nuevo a perder el control de su vida y a alejarse, una vez más, del sueño americano.

Se trata de una novela fácil de leer, ya que su prosa es rápida, inmediata, sin florituras. No sé si es lo que le pedía el cuerpo al autor o si, por contra, no fue capaz de tejer una prosa más elaborada. Puede recordar a Bukowski, pero creo que la prosa de este es superior. Quizá más parecido haya en el estilo, pero el realismo de Dan Fante me parece menos sucio y, al mismo tiempo, más exento de lirismo.

Además, es una novela notablemente corta (ni llega a 50.000 palabras), así que se puede leer perfectamente en un par de tardes tontas (en una si es muy tonta). Y eso que el autor repara bastante en hablarnos del trabajo de Bruno y en el funcionamiento de la empresa. A mí me parece que entra casi demasiado en explicarnos esto, pudiendo haber aprovechado parte de ese texto para dar profundidad a Bruno. Y es que, en realidad, apenas sabemos nada de él en toda la novela. Excepto por algún detalle, es como si no tuviera pasado, lo que me parece un debe del autor dado que la novela está escrita en primera persona y, lógicamente, gira muy en torno a Bruno.

¿Qué se puede destacar de la novela? Que es entretenida, que no es poco. También me ha gustado mucho el párrafo que cierra el primer capítulo (me hizo esperar más de la novela), en el que habla sobre los problemas de su vida. Quisiera también destacar la interesante intrahistoria de Bruno con una vendedora de donuts, que es de los pocos pasajes en los que se entra en el pasado del protagonista.

El resto de personajes que aparecen en la novela son básicamente comparsas. Jimmi, segundo personaje en importancia, me parece un personaje más o menos interesante, pero tampoco creo que se le saque demasiado jugo. En cuanto al niño que aparece en la novela (Timothy), decir que no parece que tenga 5-6 años, por muy inteligente que sea. Hubiera quedado mejor, más realista, con una edad de 8-9 años.

El final me ha parecido flojo y fallido, como si el autor hubiera dado por buena la cifra de palabras que llevaba y hubiera cortado casi de cualquier manera. 

En resumen, novela entretenida, pero se echa en falta una mayor profundidad y extensión (y una prosa más elaborada, a mi juicio). Un 6,5 (sobre 10).