domingo, 20 de marzo de 2022

'El guardián entre el centeno' - J.D. Salinger

[Disculpad que no traiga reseñas con mucha regularidad, pero estoy bastante ocupado con otras cosas. Por esta razón, tampoco va a ser una reseña tan completa como me gustaría]

En esta entrada voy a hablar(os) de una de las novelas de culto por excelencia: El guardián entre el centeno, de J.D. Salinger. He leído que se publicó originalmente entre 1945 y 1946, por entregas, aunque en otros sitios se habla que en esa época publicó algunos cuentos o relatos que contenían elementos de lo que luego sería la novela. Lo que está claro es que se publicó como libro en sí mismo en 1951 bajo el título The Catcher in the Rye. Debo decir que yo he leído esta novela en varias ocasiones. La primera vez, alrededor del 2005, lo abandoné bastante pronto puesto que no me sentía cómodo leyéndola, por decirlo de alguna manera. Supongo que es normal porque entonces tendría 11 o 12 años, 13 como mucho (en aquella época no solía leer), y creo que es lo suyo tener al menos 14-16 años para leer esta novela. La última vez que la he leído, con intención de escribir esta reseña, ha sido en estas últimas semanas.

SINOPSIS:
Publicada originalmente en 1945, la obra maestra de Salinger se convirtió inmediatamente en una obra de culto de toda una generación de lectores. La impresionante fuerza con que el adolescente protagonista se mira a sí mismo es de una brillantez sostenida como sólo muy pocos autores pueden lograr. Las peripecias del adolescente Holden Caulfield en una Nueva York que se recupera de la guerra influyeron en sucesivas generaciones de todo el mundo. En su confesión sincera y sin tapujos, Holden nos desvela la realidad de un muchacho enfrentado al fracaso escolar, a las rígidas normas de una familia tradicional, y a la experiencia de la sexualidad más allá del mero deseo.

En esta novela, el adolescente Holden Caulfield, de dieciséis años, nos narra una parte pequeñísima de su vida. Tan pequeña que no se alarga más de 48 horas, yendo desde un sábado por la tarde hasta el siguiente lunes a mediodía. La trama arranca en Pencey, una escuela preparatoria de esas made in USA que queda cerca de Nueva York, si bien es precisamente en esta ciudad donde transcurre la mayor parte de la trama. Sin embargo, ya desde los hechos que transcurren en Pencey nos podemos hacer una idea bastante buena de Holden. Es un espíritu libre, un chaval un tanto inadaptado, que no cree mucho en los demás, y que además tiene facilidad para criticarlos y para censurarlos por sus conductas.  Tal vez se pueda decir que tiene más inteligencia y más sensibilidad que sus compañeros de Pencey. De algún modo, parece ver cosas que los otros no ven.

Lo cierto es que no pasa gran cosa a lo largo de la novela, cosa que ha hecho que mucha gente la critique por ello, diciendo que es aburrida, vacía y tal y cual. Pero es que, a diferencia de esos thrillers de usar y tirar, es un libro que requiere ir leyendo entre líneas (sucede mucho en las grandes novelas). Por otra parte, creo que a Salinger no le interesa que pase gran cosa porque él quiere hablarnos del mundo real. Si Holden fuera abducido por extraterrestres probablemente la cosa se pondría más interesante, pero nos apartaría de la crítica al mundo real (específicamente, el de la gente adulta). Porque la novela, en buena medida, me parece un retrato y una crítica a la sociedad adulta, colapsada de corrupción, perversión e hipocresía. Holden no es tonto y se da cuenta de que, con dicieséis años, está llegando a un mundo (el de los adultos) lleno de estos elementos. Es algo que creo que le aterra. Pese a coquetear con el mundo adulto (tabaco, alcohol, sexo), no parece que esté muy interesado en crecer. Es como si Holden, visto lo visto, creyera que en la adultez se halla su perdición. De hecho, me da la sensación de que durante la novela se da cuenta de que está condenado al fracaso. O sea, que él también está condenado a ser parte de ese mundo perverso de los adultos porque no hay forma de mantenerse ajeno a él. Esto impregna la novela de una especie de pesimismo existencial.

Una de las cosas que más llaman la atención es la diferente visión que tiene de los niños con respecto a los adolescente y adultos. Y de ahí vienen el título del libro (Holden lo explica). Para Holden, los niños son como seres de luz. Habla con cariño de ellos (por ejemplo, de sus hermanos pequeños, el difunto Allie y Phoebe). En cambio, no habla tan bien de los adolescentes ni de los adultos (incluyendo a sus padres o a su hermano mayor), a los que ve como seres corrompidos. Básicamente las únicas personas adultas que salen bien paradas son una madre y un par de monjas. Por otro lado, parece que Holden critica que los adolescentes se olvidan de esa inocencia infantil para juguetear con un mundo más perverso (el de los adultos), aunque ya digo que él mismo se siente un tanto atraído por ello. Pero claro, es probable que Holden se sienta sucio por eso mismo y la novela sea un poco una especie de confesión.

Yo no estoy de acuerdo con que sea una novela sobre un adolescente para lectores adolescentes, porque me parece que la novela va más allá de eso. Todo el mundo, independientemente de su edad, puede tener una época en la que sienta perdido y no alineado para con la sociedad. Imaginanse, por ejemplo, la de ancianos que se sentirán así (y más durante la pandemia). Seguramente, no digo que no, esto sea más probable a la edad de Holden, pero puede ocurrir a otras edades. Tal vez la idea de Salinger no fuera tanto hablar de la adolescencia, aunque la refleja muy bien, como en general de la sociedad y el hecho de no sentirse cómodo dentro de ella. Si escogió un protagonista adolescente tal vez fuera porque creyera que la gente se identificaría más con él o sería más indulgente con sus pensamientos y acciones. También puede ser que Salinger se sintiera especialmente perdido durante sus dieciséis años y por eso Holden, que huele a alter ego del propio Salinger, tenga esa edad.

Por otra parte, puedo ser crítico con algunos aspectos de la novela. Por ejemplo, al principio de la novela nos dice que nos va a contar "una cosa de locos" que le ocurrió. Esto puede interpretarse como un anzuelo un tanto efectista y puede llevar a que uno se pase la novela esperando algo que no se va a dar. Porque, como digo, a Holden, como a cualquiera, le pasan unas cuantas cosas a lo largo de esos tres días, pero diría que ninguna "cosa de locos" en sí misma. Por otra parte, también en los inicios de la novela, Holden acaba con la cara hecha un mapa. Sin embargo, vemos que la gente que se encuentra en las siguientes horas y al día siguiente no le pregunta por ello. Salinger podría decir que Holden obvía eso al contarnos la historia, pero a mí me parece una especie de error de continuidad.

En cuanto al estilo de la novela, Salinger imita un poco una narrativa de adolescente, pero no se puede decir que la novela esté mal escrita. Al contrario, pese a ser una prosa sencilla, sin mucho artificio, creo que es notable. Es evidente que Holden nos cuenta la historia repitiendo algunas frases, abusando de algunos conceptos, exagerando en diversas ocasiones, etcétera. En numerosas ocasiones, por ejemplo, nos dice estar deprimido. Hay gente a la que este estilo le molesta mucho, pero uno tiene que entender que Holden es un adolescente y creo que Salinger consigue reflejar que es precisamente un adolescente quien nos habla.

En definitiva, me parece una gran novela. Me cuesta ponerle una nota porque es difícil compararla con otras. Pero bueno, creo que al menos se merece un 8 sobre 10, no pareciéndome descabellado un 9.

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