sábado, 7 de mayo de 2022

'El señor de las moscas' - William Golding

[Reseña a base de cuatro pinceladas, por falta de tiempo]

En esta entrada voy a hablaros de la novela El señor de las moscas, obra cumbre del escritor británico William Golding (1911-1993). Se publicó originalmente en 1954, siendo la primera novela de Golding, y podría decirse que hoy en día se considera un clásico de la literatura universal. Hay un par de adaptaciones cinematográficas, selladas en 1963 y 1990. Incluso en Los Simpson hay un capítulo (el 14º de la 9ª temporada) donde digamos que se homenajea esta novela.

Sinopsis: 
Fábula moral acerca de la condición humana, El señor de las moscas es además un prodigioso relato literario susceptible de lecturas diversas y aun opuestas. Si para unos la parábola que William Golding estructura en torno a la situación límite de una treintena de muchachos solos en una isla desierta representa una ilustración de las tesis que sitúan la agresividad criminal entre los instintos básicos del hombre, para otros constituye una requisitoria moral contra una educación represiva que no hace sino preparar futuras explosiones de barbarie cuando los controles se relajan.

Desde mi humilde punto de vista, esta obra se queda como a medio camino entre el cuento (o la fábula) y la novela. Es evidente que, por extensión, es una novela, pero tampoco creo que acabe de tener un desarrollo accesorio a una novela. Una de las cosas que invitan a pensar eso es que la mayoría personajes, excepto si acaso cuatro de ellos, están poco desarrollos y funcionan un poco como meras comparsas de la trama y de dos personajes en particular. Me hubiera gustado ver más de ellos, saber algo sobre su pasado y ver comportamientos más personalizados (por decirlo de alguna manera). Tampoco ayuda mucho lo inverosímil que resulta la trama en algunos momentos, empezando por el planteamiento. Sí, ya entiendo que hay ver que la novela como una obra sustancialmente alegórica, pero ¿acaso eso no es propio del cuento o la fábula?

Al final, hablamos de novela por lo que se alarga en hacer descripciones del paisaje de la isla, sobre todo en el primer tercio de la obra, y por poco más que eso. Descripciones que, dicho sea de paso, creo que sobran bastante teniendo en cuenta ese carácter alegórico de la novela. Ya podría haber aprovechado ese espacio para ahondar en la psicología de los personajes... Pero quizá lo peor de todo es que dichas descripciones resultan un tanta confusas, como si ni siquiera el propio autor acabara de visualizar bien esos escenarios que describe. Pero bueno, en su descargo habría que decir que cabe la posibilidad de que sea un problema de la traducción.

Por lo demás, no es una novela que esté mal escrita (ya sería raro siendo un clásico de la literatura universal), pero tampoco veo una especial maestría en la prosa o la narrativa que emplea Golding. Los hay mejores en ese aspecto (al menos por lo que Golding demuestra en esta obra). Por ejemplo, Steinbeck y Nabokov, que ya he citado en ocasiones anteriores. Pero puedo poner un ejemplo español: Cela. Y uno femenino: Daphne du Marier. Y también uno actual: Dennis Lehane. Todos ellos, cada con su estilo, me parece que tienen o tenían mejores capacidades descriptivas y narrativas.

En cuanto a lo alegórico o los mensajes que encierra la novela, no voy a decir mucho. Creo que es cosa un poco de cada uno, de su trabajo como de lector pero también de su manera de pensar, y al final también depende del momento vital que estés navegando cuando la leas. O sea, a lo mejor la lees en mayo y te quedas con una moraleja, pero probablemente hubiera sido otra de haberla leído en abril (porque entonces estabas deprimido o lo que fuera y tu percepción hubiera sido diferente). Es que si uno quiere puede entender la novela como una crítica al anarquismo pero también al fascismo. Pero quizá, yo qué sé, no estemos ante una novela tan filosófica, ideológica o política como se puede pensar. En cualquier caso, a mi humilde entender, pienso que no encierra ningún mensaje especialmente poderoso, revolucionario o revelador.

Quería apuntar también que el tramo final de la novela (últimos capítulos) me parece la mejor parte de la misma. Con diferencia, me atrevería a decir. La narración se vuelve más ágil y digamos que ocurren más cosas.

Con todo, no me parece una mala novela, pero tampoco me ha acabado de convencer. En cuanto a lo de ponerle una nota, me cuesta hacerlo porque quizá venga lastrada por una mala traducción (edición que he leído) y porque creo que no ha envejecido muy bien. Esto al final no es que hable muy bien de la novela, porque creo que una novela realmente grande y poderosa debería envejecer bien. El Quijote, Las uvas de la ira o El guardián entre el centeno pueden ser un ejemplo de esto. Pero bueno, no quita que no puedo ponerme en la piel de un tío de los años cincuenta. Supongo que leyéndola entonces sería lógico valorar mejor la novela. Con todo, quizá siendo generoso, le daría un 7 sobre 10.