martes, 19 de diciembre de 2023

'En el patio' - Malcom Braly

[NOTA: Es bastante probable que esta sea mi última crítica literaria del 2023. De aquí a Nochevieja, me gustaría traeros la crítica de una novela bastante famosa, pero supongo que acabaré publicándola en la primera decena de enero.]

Hoy vamos a hacer una somera radiografía de En el patio, novela del estadounidense Malcom Braly (1925-1980). Fue publicada originalmente en 1967 bajo el título On the Yard. Es una novela muy poco conocida en España, pero la editorial Sajalín la rescató en 2012 y me ha parecido oportuno leerla y dedicarle una entrada en el blog.

SINOPSIS: En el patio es una de las mejores novelas salidas de una prisión de los Estados Unidos. Su autor, un asiduo huésped de cárceles como Folsom y San Quintín en la década de los cincuenta, la empezó a escribir entre rejas y la terminó a escondidas por la amenaza de las autoridades de revocarle la libertad condicional. Finalmente publicada en 1967, En el patio reconstruye de forma magistral, siguiendo los pasos de una impresionante galería de personajes, el día a día de San Quintín. En su epicentro, el gran patio, se entrecruzan las historias de guardas, criminales encallecidos como Sociedad Rojo, Nunn o el temido y respetado Hielo Willy; criminales ocasionales e instruidos como Juleson, Manning o Lorin; y sociópatas como Gasolino o Palo, líder de una banda imaginaria y actor principal de un intento de fuga surrealista. Novela construida según un diseño en apariencia casual, En el patio nos ofrece un retablo de la vida en prisión de una autenticidad solo al alcance de autores que también estuvieron "dentro" como Edward Bunker, Dostoievski, Jean Genet o Brendan Behan. 

En el patio nos ofrece un interesante -y supongo que bastante realista- retrato de la vida en San Quintín (en los años cincuenta o sesenta), famosa prisión californiana. Malcom Braly lo consigue a través de presentarnos decenas de personajes. Esto hace que a veces te pierdas un poco, porque llega un momento en el que se han presentado tantos personajes que cuando vuelve a aparecer uno ya no sabes quién diablos es (o dicho de otra manera, no recuerdas qué te habían contado de él). En ese sentido, considero que Braly debería haber reducido el elenco para dar mayor fluidez a la novela. De hecho, algunos personajes aparecen y pueden parecer importantes, así que tratas de retener información sobre ellos en tu cabeza, pero luego el autor parece olvidarse de ellos (por ejemplo, el personaje chino, ayudante/criado del alcaide). En otros casos sí es cierto que aparecen y luego tienen una incidencia real en la trama, como si partieran de una subtrama y se unieran a la trama principal o, al menos, como si su subtrama acabara fluyendo junto con otra subtrama. En cualquier caso, creo que la gran profusión de personajes es probablemente el gran pero -el principal defecto- de la novela. Supongo que para otros lectores será al revés, porque podrán hacer un buen mapa mental de los personajes y verán la novela como muy rica, pero reconozco que a mí me ha costado.

Relacionado con ello, decir que no me ha convencido que la novela empiece centrándose en Manning y en Nunn, cuando todavía no están en San Quintín, para que luego lleguen allí y se diluyan en esa efervescencia de personajes de la prisión, donde parece que Juleson -sobre todo al principio- y Hielo Willy toman el relevo de llevar el peso de la trama. Una opción interesante sería haber empezado la novela con la llegada de Manning y Nunn a la cárcel (tampoco es que la novela sea corta, así que...).

Entrando en la vertiente de la forma, del estilo, tengo varias cosas que decir. Lo primero es que la narrativa es correcta o incluso buena, siendo más bien sobria, no muy profusa en lirismos y ramalazos filosóficos, pero resultando equilibrada. Si bien es cierto que he notado falta de chispa, de alma, de duende... en cómo se narran muchos pasajes de la novela. Pondré un ejemplo: "[...] se escaparon cuatro hombres. Cogieron a tres y los devolvieron a la prisión, y al cuarto lo encontraron flotando boca abajo en el río Sacramento". O sea, ¿se puede contar algo así con menos gracia y menos alma? Yo qué sé, podría haberlo narrado así: "Tres de ellos fueron detenidos pocos días después de su huida, y volvieron a verse encerrados entre los muros de San Quintín. El otro apareció varias semanas después; su cuerpo flotaba bocabajo en las frías aguas del río Sacramento". Por ejemplo.

Siguiendo con la vertiente estilística de la novela, apunto que no me ha gustado que frecuentemente se omitan algunas conjunciones o incluso verbos, que hacen que (casi) parezca que esa parte del texto la haya escrito un alumno de Primaria. Un ejemplo: "[...] permanecía sentado con las piernas cruzadas en su propia litera, el libro cerrado...". Aquí Braly, por ejemplo, podría haber escrito: "[...] permanecía sentado con las piernas cruzadas en su propia litera, CON el libro cerrado...". Otro ejemplo, que encontramos en el mismo párrafo: "Siempre estaba pálido, los ojos cansados de tanto leer...". Posible corrección: "Siempre estaba pálido Y TENÍA los ojos cansados de tanto leer...". Aquí no sé si se nota la mano de la traductora, pero esa manera de narrar me parece lamentable.

Y sumo alguna consideración más. Los diálogos no me han parecido brillantes, pero supongo que son más o menos realistas; no es esperable que los reclusos debatan sobre la (no) importancia de la Revolución Francesa o sobre materialismo filosófico. Por otra parte, la novela está cargada de una atmósfera bastante desagradable, deprimente e incluso fatalista, pero estamos en San Quintín y difícilmente puede ser de otra manera. Un último punto: Considero que la mejor parte de la novela es la última, la de los últimos capítulos, que es cuando hay más acción, encajan algunas piezas (aunque alguna sea bastante obvia), etcétera.

En resumen, me parece una buena novela a la que falta pulir algunos aspectos. Le daría un 7 sobre 10. Y ya que estamos, añado que dentro de este subgénero del drama carcelario, a mí me gustó un poco más La fábrica de animales -ambientada también en San Quintín-, de Edward Bunker, pese a que En el patio es una novela quizá más ambiciosa (más extensión, más personajes).

domingo, 29 de octubre de 2023

'Mooch' - Dan Fante

En esta entrada voy a reseñar brevemente la novela Mooch, del escritor estadounidense Dan Fante (Los Ángeles, 1944-2015). Sobre la novela, decir que fue publicada originalmente en 2001 (y rescatada en español por la interesante editorial Sajalín). Sobre el autor, apuntar que es hijo del escritor John Fante (1909-1983), autor de las novelas protagonizadas por Arturo Bandini (Pregúntale al polvo, por ejemplo).

SINOPSIS:
El aspirante a escritor Bruno Dante lleva meses sin escribir una sola línea, bloqueado. Vive en un edificio de acogida para exalcohólicos y se gana la vida vendiendo aspiradoras de puerta en puerta bajo el sol abrasador de Los Ángeles. Hasta que lo despiden. Desesperado, Bruno sigue el consejo de su hermano mayor en Alcohólicos Anónimos y empieza a trabajar en Consumibles Orbit, la empresa de venta telefónica del también exadicto a la botella y ahora triunfador Eddy Kammegian. Bruno tiene un don especial para engatusar a la gente al teléfono, y antes de trabajar en Orbit ya vendía por teléfono con suma facilidad desde trasplantes de cabello hasta monedas raras o porno. Descartado el sueño de convertirse en escritor, Bruno se emplea a fondo en su nuevo trabajo y rápidamente acumula suculentas comisiones en forma de cheques. Parece que finalmente el antihéroe creado por Dan Fante podría sentar la cabeza y disfrutar de la vida cerca del océano, pero entonces se enamora de la mujer equivocada: la exstripper mexicana y compañera de trabajo Jimmi Valiente. Bruno inicia una relación de amor-odio con la explosiva mexicana que lo llevará de nuevo a perder el control de su vida y a alejarse, una vez más, del sueño americano.

Se trata de una novela fácil de leer, ya que su prosa es rápida, inmediata, sin florituras. No sé si es lo que le pedía el cuerpo al autor o si, por contra, no fue capaz de tejer una prosa más elaborada. Puede recordar a Bukowski, pero creo que la prosa de este es superior. Quizá más parecido haya en el estilo, pero el realismo de Dan Fante me parece menos sucio y, al mismo tiempo, más exento de lirismo.

Además, es una novela notablemente corta (ni llega a 50.000 palabras), así que se puede leer perfectamente en un par de tardes tontas (en una si es muy tonta). Y eso que el autor repara bastante en hablarnos del trabajo de Bruno y en el funcionamiento de la empresa. A mí me parece que entra casi demasiado en explicarnos esto, pudiendo haber aprovechado parte de ese texto para dar profundidad a Bruno. Y es que, en realidad, apenas sabemos nada de él en toda la novela. Excepto por algún detalle, es como si no tuviera pasado, lo que me parece un debe del autor dado que la novela está escrita en primera persona y, lógicamente, gira muy en torno a Bruno.

¿Qué se puede destacar de la novela? Que es entretenida, que no es poco. También me ha gustado mucho el párrafo que cierra el primer capítulo (me hizo esperar más de la novela), en el que habla sobre los problemas de su vida. Quisiera también destacar la interesante intrahistoria de Bruno con una vendedora de donuts, que es de los pocos pasajes en los que se entra en el pasado del protagonista.

El resto de personajes que aparecen en la novela son básicamente comparsas. Jimmi, segundo personaje en importancia, me parece un personaje más o menos interesante, pero tampoco creo que se le saque demasiado jugo. En cuanto al niño que aparece en la novela (Timothy), decir que no parece que tenga 5-6 años, por muy inteligente que sea. Hubiera quedado mejor, más realista, con una edad de 8-9 años.

El final me ha parecido flojo y fallido, como si el autor hubiera dado por buena la cifra de palabras que llevaba y hubiera cortado casi de cualquier manera. 

En resumen, novela entretenida, pero se echa en falta una mayor profundidad y extensión (y una prosa más elaborada, a mi juicio). Un 6,5 (sobre 10).

martes, 7 de marzo de 2023

'Algún día este dolor te será útil' - Peter Cameron


En esta entrega voy a reseñar la novela Algún día este dolor te será útil, del escritor estadounidense Peter Cameron (Nueva Yersey, 1959). Aunque la novela se ambienta en 2003, se publicó originalmente en 2007 (creo que la edición española llegó en 2012).

SINOPSIS [la que ofrece Libros del Asteroide]:
James Sveck, el narrador de esta novela, es un adolescente inteligente y precoz, ha terminado el colegio y durante el verano trabaja en la galería de arte que su madre tiene en Manhattan y en la que casi nunca entra nadie. Pese a haber sido admitido en la prestigiosa Universidad de Brown no está seguro de querer ir, lo que de verdad le gustaría es comprarse una casa en el campo y pasarse el día leyendo, sin ser molestado, detesta relacionarse con gente de su edad, a la que evita y con la que piensa que no tiene nada en común. La narración de James nos ofrece una sarcástica y divertida mirada sobre su confusa vida, sobre cómo su desestructurada familia y su psiquiatra tratan en vano de ayudarle, o sobre cómo intenta, torpemente, aclararse y salir de su aislamiento. Considerada por la crítica estadounidense como una de las mejores novelas que se han publicado en los últimos años sobre Nueva York, Algún día este dolor te será útil es una aguda y emotiva novela sobre un joven capaz de cuestionarse a sí mismo, a su familia y al tiempo que le ha tocado vivir.

La verdad es que no pienso alargarme mucho porque no tengo mucho que decir. Dicho de otro modo: creo que la novela no da para más. Básicamente porque no deja de ser la típica novelilla estadounidense del siglo XXI.

Tiene bastante de (intento de) revisión de El guardián entre el centeno [en adelante, EGEEC], y creo que esto es más o menos evidente solo con leer la sinopsis (adolescente solitario, Nueva York) y con ver que el autor elige un extracto de esa novela como introducción a la suya. Blanco y en botella, vamos. En cualquier caso, quiero aclarar que no es que sea una copia actualizada de la famosísima obra de Salinger. Hay una especie de inspiración, pero considero que está varios escalones por debajo en cuanto a calidad literaria. Además, James Sveck no resulta una voz narrativa tan potente como la de Holden Caulfield (protagonista de EGEEC).

Muchas veces se dice que en EGEEC no sucede nada (algo matizable, pero bueno), pero me atrevería a decir que aquí aún menos. Quizá podríamos poner un incidente entre el protagonista y otro personaje como una especie de punto de inflexión, pero no es nada del otro mundo. Y poco más hay en la novela: anécdotas del pasado y la cotidianeidad de unos días de verano.

En cuanto a James Sveck, protagonista y narrador de la novela, pues creo que tiene y no tiene que ver con Holden Caulfied. Ambos son adolescentes solitarios de Nueva York, se siente perdidos y tienen cierta tendencia a la misantropía, pero considero que James está más cerca de ser un niño malcriado. Es como más resabiado e intransigente. Y, además, es menos brillante (sensibilidad e inteligencia) que Holden a la hora de analizar el mundo que lo rodea. Dicho sea de paso, supongo que esto se podría aplicar a los autores. Además, en el caso de James, creo que no está del todo bien trazado. Por ejemplo, hay veces que hace cosas y no hay un contexto que las justifique, como en el incidente al que he aludido antes. En un momento determinado dice que el vestido de una mujer está "pasado de moda", pero nada hace pensar que esté muy por la labor de saber lo que está o no de moda. En otro momento dice que su abuela y otra persona son las únicas personas que le gustan, pero más tarde solo cita a esa persona (quizá aquí se refería a gustar de un modo romántico-sexual, pero vamos).

Aunque esto no puedo meterlo en el saco de personaje mal trazado, quería comentar algo que dice James ya en los últimos capítulos. Piensa algo así como que puede haber una persona mirando a otra a través de una ventana y esta otra haciendo lo mismo a una tercera y así sucesivamente hasta dar la vuelta al mundo. Hombre, pues la verdad es que me parece un poco imposible, sobre todo porque hay océanos y mares separando continentes.

Como tantas otras novelas, está bien escrita pero sin más. Vamos, que la prosa es competente y resultona pero no brillante, aunque podemos entender que escribe un adolescente de 18 años (mayoría de edad en España, pero lo podemos considerar adolescente). De todos modos, para mí es peor la falta de profundidad, de reflexiones sesudas, exceptuando si acaso alguna pincelada puntual. No es un libro, al menos en mi caso, que te haga pensar mucho, valorar ciertas cosas del mundo de otra manera, etcétera. Eso sí, seguramente todo esto -y algo de acierto del autor- hace que la novela sea ágil y liviana de leer.

Por otra parte, ya que estamos, me hubiera gustado sentirme más en Nueva York al leer la novela. Pese a que se habla de los atentados de las Torres Gemelas, de alguna terminal/estación de trenes, etcétera, no he acabado de verme allí. Creo que es evidente que el autor podría haber trabajado mejor la ambientación, aunque supongo que no estaba interesado en ello.

Para ir acabando, y ya que he mencionado el personaje de la abuela y también a EGEEC, quiero comentar algo. Hay cierto paralelismo entre la abuela de James y lo que significa para él y la hermana de Holden y lo que significa para este. Digamos que, de algún modo, son dos personajes que tienen el mismo papel cada una en su novela. Incluso podríamos incluir al hermano difunto de Holden en ese paralelismo con la abuela de James.

Por último, comentar también que hay algún error en la adaptación española, como situar una determinada población (Roseville) en Kansas y luego en Texas.

Con todo, le doy un 5 sobre 10. No considero que sea una mala novela, pero no tiene mucho de Literatura. Desde mi punto de vista, es una pena que nuestras editoriales sean tan proclives a importar novelas estadounidenses (especialmente) y tan poco a dar voz a autores de aquí.