domingo, 22 de noviembre de 2020

'Factotum' - Charles Bukowski


En esta entrada os voy a hablar de la novela Factotum, de Charles Bukowski, una novela de bastante poca extensión (demasiado poca, a mi juicio) publicada originalmente en 1975. A mí me suena que ya la había leído hace tiempo (como Cartero, Mujeres y La senda del perdedor), aunque lo cierto es que la he (re)leído estas últimas semanas. También he visto –incluso dos veces– la película homónima, que a mí me gustó bastante, pese a que no es demasiado fiel a la novela (algunas escenas sí).


Sinopsis (Fuente: Quélibroleo.com):

En esta novela autobiográfica de sus años de juventud, el autor nos describe la vida de su alter ego Henry Chinaski saltando de un empleo a otro, todos sórdidos, duros, sin sentido, emborrachándose a muerte, con la obsesión de follar, intentando materializar su vida de escritor y nos ofrece una visión brutalmente divertida y melancólicamente horrorizada de la ética del trabajo, de cómo doblega el «alma» de los hombres. Se ha dicho que Bukowski con su prosa lacónica, escueta y contundente como un uppercut es el novelista atroz de la gran selva urbana, de los desheredados, las prostitutas, los borrachos, los desechos humanos del Sueño Americano a nivel del arroyo, y se le ha comparado con Henry Miller, Céline y Hemingway. La obra fue adaptada al cine por Bent Hamer con Matt Dillon como protagonista, la película no está basada totalmente en la novela Factotum sino que se nutre de la misma y de otros cuentos de Charles Bukowski para componer la historia.


El protagonista de la historia, como en otras obras de Bukoswki, es un hombre -en este caso joven- llamado Henry Chinaski. Como hemos visto en la sinopsis, a Chinaski se le considera un alter ego del propio Bukowski. Es decir, debemos pensar que, más allá de algunos artificios y algunas licencias, Factotum es Bukowski hablándonos de su juventud.

Para ser más estrictos, básicamente nos encontramos con un informe de la vida laboral de Chinaski/Bukowski durante, ya digo, su juventud. El título ya nos da una pista de esto, pero realmente hay muchísimos trabajos, y muy variados. Es interesante adentrarse en esas empresas y en ese mundo laboral que, en general, resulta un tanto deprimente. Aparte de eso, nos encontramos con escenas sexuales, alcohólicas e incluso escatológicas descritas sin tapujos.

Sin embargo, no hay una gran trama o al menos no una compleja, así que no me parecería raro que alguien definiera esta novela como aburrida y/o vacía. Sin embargo, muchas de las escenas y muchos de los diálogos tienen un fondo interesante. Hay incluso brillantez en algunas escenas y sobre todo en algunos diálogos, como el que mantienen Chinaski y un compañero de trabajo en el coche de éste (bien retratado en la película homónima).

Tal vez a alguien le aburra tanto sobre Chinaski y quisiera adentrarse más en otros personajes, pero aquí no tenemos eso. Estamos ante una novela en primera persona básicamente volcada en explicar unas vivencias propias. En este sentido, tendría bastante que ver con El guardián entre el centeno, con la que además comparte país (Estados Unidos) y época (Posguerra de la IIGM). Dicho sea de paso, ambos protagonistas se encuentran un tanto perdidos, desmoralizados, apartados en buena medida de la sociedad.

En cualquier caso, hay otro personaje con un peso notable en la novela: Jan. Chinaski, en buena parte de la novela, arrastra con ella una relación seguramente bastante basada en el sexo y en la huida de la soledad, aunque me parece más o menos evidente que hay amor entre ambos y algo de admiración mutua. Ambos sienten cierta animadversión para con la sociedad y se refugian en el alcohol. A mí me dio la sensación de que solo son felices estando juntos, de que se necesitan. 

Me parece una pena que Bukowski se olvide de ella, excepto para hacernos saber su destino 'final', en la última parte de la novela. Entonces la novela se convierte demasiado en ese informe de la vida laboral de Chinaski/Bukowski, hablándonos de tal y tal trabajo. Me hubiese gustado saber, a poder ser por medio de algunas escenas, qué lleva a Jan a dar ese cambio de rumbo a su vida. 

En cuanto a la prosa que emplea aquí Bukowski (padre del realismo sucio), decir que está en su línea habitual. Por decirlo de algún modo, ni es Nabokov ni Steinbeck, y tampoco pretende serlo. Su prosa es, a diferencia de los autores anteriormente mencionados, descarnada y alejada de artificios. Pero está bien, es lo suficientemente buena y además creo que casa bien con las vivencias que cuenta.

Como valoración final, decir que me ha gustado la novela, aunque ya digo que me hubiese gustado más extensión y que explicara más cosas de su vida y su entorno. Dicho de otro modo, me parece que abarca demasiado tiempo para volcarlo en tan pocas páginas. A mí me parece una novela de 7 sobre 10.

¡Gracias por la lectura!

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